Me entrevistó Carlos Scolari para su libro Narrativas Transmedia, recién publicado por Deusto. Esto es lo que le conté:
¿Qué piensas del "periodismo 3.0" o "periodismo ciudadano"? ¿Es una posibilidad concreta para mejorar la información de los ciudadanos o una utopía más de las que suelen crecer al calor de alguna "nueva tecnología"?
Desde lo que en un libro llamé “La revolución de los blogs”, un fenómeno que arranca a finales de los años noventa con Blogger, hasta el actual escenario de medios sociales caracterizado por la popularización de plataformas en línea que permiten crear, publicar y compartir contenidos, se viene produciendo un proceso paulatino e irreversible por el cual los ciudadanos corrientes se apropian de la tecnología para hacer comunicación pública. Aunque no es periodismo, el contenido generado por los usuarios ha transformado el espacio de la comunicación pública, las dinámicas de filtrado de información, los procesos de establecimiento de agenda, y también las funciones sociales y políticas del periodismo y de los medios.
Los medios sociales han permitido que la gente corriente tenga una voz pública no administrada por los medios de comunicación, y al mismo tiempo se han convertido en un nuevo mecanismo distribuido de fiscalización del poder político y de la actividad periodística.
La lógica del transmedia llegó al periodismo. No pienso tanto en contar una noticia usando diferentes medios -algo que existe desde hace mucho- sino en los contenidos generados de los usuarios… ¿Cómo se deberían gestionar estos contenidos de autores amateurs? ¿Son compatibles con una práctica a cargo de profesionales?
La popularización de la Web a mediados de los noventa gracias a los navegadores gráficos condujo a las primeras experiencias transmedia en el mundo del periodismo, ya que los periódicos de papel tuvieron que inventar nuevos modos de presentar su contenido para aprovechar el potencial hipertextual, interactivo y multimedia de la red. Desde el desembarco de los diarios en la web hace menos de veinte años, hasta los quioscos digitales de la actualidad nutridos con PDFs enriquecidos, los periódicos han demostrado, al igual que las radios y las televisiones, muchas dificultades para producir contenidos que viajen bien entre medios diferentes. Algunas aplicaciones periodísticas nativas para móviles inteligentes y tabletas recién ahora están comenzando a transitar el territorio propiamente transmedia.
Otro tema diferente, es como integrar, en los procesos profesionales de filtrado de información y gestión de fuentes, el contenido generado por los usuarios que se encuentra disponible en los medios sociales abiertos. En este sentido, una de las claves pasa por la curaduría de contenidos asistida mediante redes sociales y algoritmos. De todas formas, los trending topics y otros sistemas equivalentes de monitorización de conversaciones dominantes, no deberían en ningún caso sustituir al juicio profesional acerca de los valores noticiosos.
Hablemos de los aspectos narrativos del periodismo… ¿Qué diferencia al relato del periodista tradicional de la narrativa colaborativa que emerge de las redes (por ejemplo una información que fluye en Twitter)? ¿Qué tipo de relación se puede establecer entre ambos relatos?
Solo en un sentido metafórico podría afirmarse que la cronología (timeline) o muro de una plataforma social constituye una forma de narrativa, a menos que convengamos enriquecer el concepto de narración (algo que se intenta desde los albores de la teoría hipertextual, en los comienzos de los noventa). El flujo desestructurado, infinito y poliédrico de mensajes en los medios sociales emerge, por el contrario, como un elocuente reclamo de la necesidad de narrativas que aporten sentido, orden, jerarquía y valor.
Buena parte del futuro del periodismo (el futuro de los medios es otra cosa) llegará de la mano de profesionales que sean capaces de nutrirse, curar, analizar y codificar narrativamente en clave transmedia la babel informativa a la que nos han abocado las plataformas sociales.
Relacionado: Narrativas transmedia de Carlos Scolari (adelanto).
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